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jueves, diciembre 22, 2005

Mi fantasma del futuro (3ª parte)

Pasaron varias noches sin que nadie me visitase. No ya fantasmas... sino ninguna forma de vida. Y menos mal que me visita poca gente, mi madre ya me había llamado la atención con lo del humo y las luces del otro día porque no la dejaban dormir.

Le tuve que explicar lo de los fantasmas (uno y dos)que habían venido del más allá para ayudarme a ser mejor, para hacerme ver las cosas de otro modo y todo eso... al principio la noté preocupada, puso esa cara inconfundible de madre-mártir, pero luego se calmó. Creo que me entendió perfectamente y comprendió la importancia de lo acontecido para mi maduración como persona adulta.

Pensaba que no tendría mucho más que contar hasta que la puerta de mi habitación volvió a abrirse. Dos siluetas vestidas de blanco entraron en la estancia manteniendo una apariencia totalmente amigable, estaba claro que no querían asustarme, uno de ellos traía ropa para mí...

    • Hola, David...- dijo uno -... ¿qué estabas haciendo? ¿algo importante?-

    • No, estaba esperando... creo que ya iba siendo hora de que vinieseis a verme. El travesti rubio me dijo que teníais que explicarme algo importante... así que cuanto antes empecemos mejor.

    • Si, tienes razón. - Los visitantes se miraron entre sí. - Vamos, David, tenemos que irnos a un sitio donde podremos explicártelo mucho mejor... así lo entenderás todo, ¿de acuerdo?

    • ¡Claro!, ¿dónde será esta vez? ¿A casa de alguien? ¿Habrá escenas de sexo como las otras veces?

    • Si... seguro que sí. No tienes ni que dudarlo.

Me puse en pié y me acerqué a ellos. Les cogí de la mano y les dije: “Bueno, ¿a qué esperamos? Vámonos”. Estaban estupefactos, seguro que no se esperaban que me tomase con tanta normalidad la visita de los fantasmas de las navidades. Sobre todo si los anteriores les habían contado algo de sus visitas. Mi madre estaba al otro lado de la puerta y me miraba fijamente, yo le sonreí y todo se volvió oscuro.

Desperté en una habitación blanca y cómoda, con las paredes acolchadas. Tenía un dolor de cabeza punzante justo en la nuca y la boca me sabía extraño... como si me hubiese pasado horas masticando tierra. Delante de mí había un señor bajito con unas vestimentas raras que me resultaba bastante familiar... no sé exactamente qué, pero tenía algo extraño, quizá fuesen sus orejas... o su color verdoso.

    • Dolor de cabeza malo... golpe recibido has.

    • ¿Qué coño dices? ¿Qué clase de enanito eres?

    • Pequeño... si. Pero importante el tamaño no es. Abandonar la habitación si querer puedo. Tú más grande ser, pero atrapado estás.

    • Tronco... busca tu olla de oro y cómprate un diccionario gramatical... ¿dónde estoy?

    • En una habitación acolchada estás.

Qué guasa la del hombrecillo verde... tenía ganas de pegarle una patada y mandarlo de vuelta a su bosque o a su ovni o a su puta casa. Pero soy un hombre pacífico y no creo en la violencia como método para solucionar los problemas... además estaba atado.

    • ¿Quíen eres? - le dije.

    • Yoda en otro tiempo fui... Ahora el Fantasma de las navidades futuras soy.

    • ¡Ah! ¿Tú eres el fantasma que quedaba? Pensaba que eras un personaje de ficción...

    • No puedo contar ahora... larga la historia es... me hice uno con la fuerza en el episodio 6 y desde entonces fantasma soy...

    • ¿Porqué me has traído aquí?

    • Más tonto eres de lo que parece... Sin tiempo para explicaciones estoy, el futuro a mostrarte vengo.

Que malas pulgas tiene el jodío. Caminó hacia mí como pudo ayudándose de su pequeño bastón, extendió su mano y quedé liberado de mis ataduras, la camisa blanca quedó tirada en el suelo y yo me incorporé. La criaturita me llegaba a la altura de la felicidad, pero no me sentía atraído por él... no era su sexualidad, ni su altura, ni su color verde... es que es igualito a Pujol... y por ahí no paso.

    • Leerte la mente puedo... si a pensar eso vuelves, me largo y no te ayudo.

    • Lo siento.

Entendí que debía tener cuidado con él, no era sólo un proyecto de animación 3D. Se quedó unos segundos parado (tampoco es que se hubiese movido mucho) mirándome con sus ojillos redondos y con la boca medio abierta. Tras un instante dijo: “Vamos, enseñarte el camino debo” y no pasó ni un parpadeo cuando nos encontrábamos en la entrada de una discoteca haciendo cola. Mi ropa había cambiado y llevaba puesto un polo de Tommy Hilfiger, unos Jeans de Levi's y zapatitos caros. Yoda vestía con una túnica marrón zarrapastrosa a juego con su mierda de bastón de madera podrida. No sabía cómo decírselo... pero así no le iban a dejar entrar.

Tras más de media hora de cola, llegamos a la puerta, donde un señor enorme y muy amable (dile tú lo contrario) nos miró de arriba a abajo (a mi compañero le miró de abajo a... un poco más abajo) y puso cara de asco. Me miró y dijo: “No está permitida la entrada de animales. Tu mascota se queda fuera”. Esas fueron sus últimas palabras.

Una vez dentro, caminamos hasta la barra entre empujes y pisotones. Las lecciones de Yoda comenzaron: “Lo primero que hacer debes para que mujer consigas... consumir alcohol es.”

Si lo dice un maestro Jedi será por algo. En pocos segundos tenía ante mí un vaso de tubo lleno casi hasta arriba y una botellita de CocaCola aún sin estrenar. Yoda dejó la CocaCola y se bebió el vaso de un trago... yo hice lo propio.

Después de cagarme hasta en los padres del hijo puta que fermentó el whisky, le pedí al maestro que me dijese de una vez por todas qué debía hacer para lograr mi objetivo. “En primer lugar... debes tener uno” me dijo.

    • Fijarte en la pista de baile debes... ¿qué ves?

    • ¿Gente bailando?

    • Así ser. Ahora en un hombre tu atención debes poner. ¿Qué ves?

    • Pues... un tío bailando...

    • Equivocado. El hombre agitado está, sí... pero bailando no. Gilipollas parece, ¿no crees? Ningún ritmo conoce, ningún sentido sus movimientos tienen.

    • Es verdad, pero así es como se baila...

    • Una mierda a ti te den... bailar las mujeres saben. Ritmo poseen y con movimientos sugieren. Hombres sólo... patapan patapun... como tontos se comportan.

    • ¿Entonces cómo debo hacerlo yo?

    • ¡Igual!

    • ¿Cómo dices?

    • Mira barra. ¿qué ves?

    • Pues... gente, la mayoría son tíos.

    • Muy cierto. Hombres de barra no moverse en toda la noche, pasmarotes son.

    • Yo nunca bailo.

Yoda me soltó una hostia con el bastón. Parece débil el cabrón... pero, créeme, no lo es.

    • No baile, no sexo. Si tú relaciones quieres... bailar debes.

    • Pero...- Otra hostia me cayó.

    • No baile, no sexo.

    • Entendido.

    • Bien, joven padawan aprende rápido.

El peculiar hombrecillo se acercó a la pista y me hizo una señal para que le siguiera. Parados allí en medio desentonábamos un poco, así que comencé a moverme, para que viera que estaba haciéndole caso. Me soltó otra hostia.

    • Prácticas por libre las haces. Ahora, atención pones.

    • Si, maestro.

    • Fantasma llamarme debes.

    • Si, fantasma.

    • Bien. Fíjate en aquel gilipollas.

Señaló con su bastón a un chico que se acercaba “bailando” a un grupo de “sólo chicas”. Una de ellas le seguía el royo y bailaba un poco con él.

    • Atención debes poner. Cuando acercado ya te has... basta con hablar un poco al oído para tener contacto. ¿Entiendes?

    • Sí, debo bailar cerca de las chicas y luego hablarles.

    • No repetir más lo que yo digo. Explicarte ahora lo que necesitas para relación conseguir.

Mi corazón se aceleró al escuchar esas palabras. Por fin iba a conseguir la sabiduría suprema para ligar con tías... y encima me lo iba a enseñar Yoda. Miré atentamente al hombrecillo con los ojos casi llorosos de emoción... ¡Adelante, maestro, muéstrame cómo usar la fuerza!

- “Las mujeres misteriosas son. Muchos tipos distintos hay y reacciones de todo tipo pueden tener. Nunca olvidar debes que cada vez que te acerques a una, como si la primera vez fuera será. Contacto visual nunca pierdas y camino asegurado tendrás.

Como padawan que eres nunca debes dejar de practicar y ahondar en el conocimiento mediante la meditación y la práctica.

Recuerda que el miedo conduce al odio, el odio conduce a la ira, la ira conduce a la rabia... y si un tren conduce a una velocidad de 80 km/h y otro tren conduce en sentido opuesto a una velocidad de 120 km/h... y esto conduce a lo otro y lo otro a esto... y algo conduce al éxito y el éxito conduce al sexo. ¿Lo has entendido?”

- Eeeeeeeeeeeeeeeeee....

Su cara cambió de repente, dijo algo así como: “UH OH!!” y salió corriendo a una velocidad de vértigo. Quedé extrañado y me dí la vuelta. Todo el mundo estaba quieto y dos siluetas de blanco brillante por la luz negra estaban frente a mí, una de ellas levantó el brazo. Todo se volvió oscuro...

3 Comments:

  • Otra vez los "fantasmas de blanco"??? Si es que esas cosas a un madre no se le cuentan, que se asustan mucho. Por cierto no te sobrara esun poco de espacio en la habitacion alcochada esa?? es que en casa somos muchos y mi hermana estorba un poco ya.

    By Blogger Ivan B., at 23/12/05 10:53  

  • Si señor, ya estaba impaciente por que saliera la tercera entrega. Buenisima la serie, mIMETIST. Me han encantao las historias de los 3 fantasmas, enhorabuena.

    No posteo mucho ultimamente porque ando liado de cojones. Estoy todo el puto dia estudiando porque tengo los examenes a partir del 9 de enero y además, estoy en pleno proceso de migración Fedora Core -> Debian Sarge ;-P

    A ver si esta noche en un rato busco algo decente que publicar.

    Cuidate!

    By Blogger Luther Blissett, at 23/12/05 19:34  

  • jeje, Gracias, matallo... me alegra que guste tanto...
    Creo que los pasaré a pdf y los pondré en mi cuenta de Yoescribo... que la tengo muy abandonada (sólo dos textos y no me gusta ninguno...)

    Muchas Gracias :)

    By Blogger mimetist, at 24/12/05 22:03  

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